miércoles, 3 de octubre de 2012

¿Por qué el sueño es tan importante para el aprendizaje?




Para la responder a esta cuestión, se citarán en las funciones atribuidas al sueño relacionadas con el aprendizaje y su importancia dentro del mismo  :
 
  • Consolidación de los aprendizajes adquiridos durante el estado de vigilia.
    Es esencial para el aprendizaje el fortalecimiento de las conexiones de las  redes neuronales, ya que toda nueva adquisición de conocimientos está condicionada por los aprendizajes consolidados previamente.

  • Revaloración emocional
    Cabe recordar que las emociones tienen como fin preservar la vida del individuo y de la especie, siendo por tanto evidente este funcionalidad con la inteligencia, autorregulación y el aprendizaje  emocional.
  • Reorganización y relación de éstos con aprendizajes anteriores.
    Tal y como se señaló en la entrada anterior de este blog, los aprendizajes son interdependientes e integran una unidad global.
     
  • Sinaptogénesis originadas por la integración de nuevos conocimientos adquiridos en periodos de vigilia.
    Los nuevos conocimientos o la modificación de otros ya incorporados previamente son parte esencial de nuestro sistema de aprendizaje.


¿Sería posible el aprendizaje sin sueño?


Debemos dejar claro que la ausencia total de sueño es una situación incompatible con la vida, por lo que se está analizando una situación virtual.


Dado que con la ausencia de sueño no se realizarían las funciones descritas en el apartado anterior se puede afirmar que el aprendizaje está directamente relacionado con el sueño, de hecho, este es un condicionante esencial del mismo. Por lo tanto, no es posible el aprendizaje sin sueño.


Es conveniente citar que recientes estudios añaden más razones para justificar tal afirmación.


Naturaleza y producción del aprendizaje



Como introducción , es preciso delimitar adecuadamente el concepto de aprendizaje, pudiéndose definir como el proceso a través del cual se añaden o modifican habilidades, destrezas, conocimientos, conductas o valores a nuestra mente y que son producto de una interacción con el medio (recordemos que en el momento del nacimiento ya disponemos de una serie de habilidades reflejas, esquemas conductuales y ciertas preferencias con las que la genética, y no el aprendizaje, nos ha dotado).

Asimismo, también es conveniente aclarar que el concepto medio abarca el entorno físico –perspectiva piagetiana-, social y cultural –perspectiva vygotskyana- del individuo.

Podemos decir que, básicamente, el aprendizaje se inicia con la entrada en nuestro cerebro, -órgano que asume esa funcionalidad-,  de información a través del sistema sensorial que, una vez en su interior, es procesada con el fin producir una respuesta comportamental.

Se describe a continuación cómo se materializa el aprendizaje en nuestro cerebro.

Eventos cerebrales relacionados con el aprendizaje

 

Entrada de información 

Todo aprendizaje se inicia con la activación de las neuronas sensoriales de entrada asociadas a dicho estímulo. Este tipo de neuronas, denominadas de tipo aferente, constituyen el canal de comunicación de entrada del cerebro con el exterior.

Proceso de la información 

Estas neuronas aferentes, una vez activadas por la información recibida, se comunican otro tipo de neuronas especializadas en analizar dicha información, denominadas interneuronas pudiendo a su vez establecer comunicación con otras interneuronas o bien con un tercer tipo denominadas eferentes, en cargadas de transmitir la información al exterior del cerebro (órganos efectores y glándulas).

Toda la comunicación interneuronas se realiza mediante el proceso de sinapsis, consistente en la excitación o inhibición de la neuronas pos sináptica –receptora- por parte de las pre sinápticas –emisoras- a las que están conectadas por los terminales axiónicos y dendríticos, respectivamente. La excitación o inhibición corresponde con la polaridad interna del soma con respecto al exterior que ha sido determinado por la liberación de neurotransmisores en el hendidura sináptica (microespacio interneuronal) por parte de las neuronas presinápticas; la polaridad positiva corresponde con el estado de  excitación y la negativa, con el de  inhibición.

Cada aprendizaje concreto se corresponde con una cadena de conexión interneuronal, es decir, una red neuronal perfectamente definida asociada a un determinado estímulo de entrada. Todos los conocimientos y  habilidades adquiridas, creencias, valores, recuerdos o razonamientos que en un momento dado podamos realizar, se encuentran materializados en redes neuronales que a su vez, pueden compartir neuronas y sectores de las mismas, lo que provoca la interconexión de todos los aprendizajes y los integra en un sistema único y global.

 Persistencia y mantenimiento del aprendizaje 

Un aspecto de vital importancia es remarcar que estas redes neuronales no se establecen de forma indefinida e invariable. De hecho, un intensa comunicación  entre dos neuronas, fortalece su conexión sináptica intensificándola al modificar anatómica y fisiológicamente sus terminales axiónicos y dendríticos.

Otras consecuencias de un alto nivel de activación interneuronal  son  la generación de nuevas conexiones, fenómeno conocido como sinaptogénesis, y el nacimiento de nuevas neuronas o neurogénesis localizadas en dichas zonas de intensa actividad.

El fortalecimiento de sinapsis, la sinaptogénesis y la neurogénesis se asocian a la consolidación y/o modificación del aprendizaje, así como la adquisición de nuevos conocimientos.

Por otra parte, una escasa o nula comunicación desencadena un debilitamiento progresivo que concluye con la desaparición de la sinapsis. Cabe recordar que una neurona con poca o inexistente actividad puede está abocada a la extinción.

La desaparición y creación de conexiones sinápticas y neuronas es la base del aprendizaje y se mantiene durante toda la vida, aunque de forma diferente en cada estadio, conociéndose como plasticidad neuronal o neuroplasticidad.

Olvidar un recuerdo, concepto o conocimiento es una consecuencia típica de una pérdida sináptica.